En el primer aniversario del ataque de Hamás a Israel, «para invocar por la intercesión de María Santísima el don de la paz», el papa Francisco ha anunciado que el domingo 6 de octubre irá a la basílica de Santa María la Mayor en Roma para rezar el Rosario y ha convocado para el lunes 7 de octubre «una jornada de oración y ayuno por la paz en el mundo».

El movimiento se suma a este llamamiento del Santo Padre. Davide Prosperi, presidente de la Fraternidad de CL, ha declarado que «en este momento histórico, marcado por enfrentamientos y odios aparentemente irresolubles, también nosotros dirigimos, con el Papa y con toda la Iglesia, una “sincera súplica” a María, Reina de la Paz, para que obtenga de Dios lo que parece imposible para el hombre».

Como señalaba el cardenal Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén, todos tenemos «el deber de comprometernos por la paz, ante todo preservando nuestro corazón de todo sentimiento de odio y, en cambio, manteniendo el deseo del bien para todos».

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Una amiga del movimiento, después de compartir con varios conocidos las fotos de la Jornada de apertura de curso de la comunidad de CL en Belén, recibió este mensaje: «O estás loca o Jesús puede ser la verdadera esperanza y amistad de la vida». «En una Tierra Santa marcada por la imposibilidad de una convivencia pacífica –comenta Prosperi– la presencia de la comunidad cristiana es un signo de contradicción “siempre al servicio de la humanidad, para anunciar a todos la alegría del Evangelio”, como nos recuerda el papa Francisco. Por eso queremos unirnos a él en su oración».

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Se invita a las comunidades de CL a participar e implicarse en las iniciativas que se propongan en sus parroquias y diócesis.