Un post en la página Facebook de la Biblioteca de lo Espíritu de Moscú

El Meeting allí donde yo estoy

El encuentro de Rímini sucede en vivo en 85 ciudades italianas y 25 países del mundo, gracias a la implicación personal de muchos. Como está pasando en Moscú o en Cerdeña. Incluso pasando con el megáfono por las calles…
Luca Fiore

«Diego ha llegado a estar durante una hora dando vueltas por el pueblo con los altavoces en el coche anunciando una velada dedicada al capítulo décimo de El sentido religioso, igual que en los años setenta». Cesare lleva toda la vida pasando las vacaciones en Porto San Paolo, Cerdeña, a pocos kilómetros de Olbia. Pero algo así no lo había visto nunca. Diego es la primera vez que va allí pero, cuando se enteró de que Cesare y sus amigos conocían bien el pueblo, les propuso organizar allí esta special edition del Meeting. Así fue como los habituales de Porto San Paolo decidieron remangarse para organizar tres veladas en el atrio de la parroquia. Cuando consiguieron los permisos del ayuntamiento, el padre Christian dio el aviso en la misa. Distanciamiento, mascarillas… Todo en regla.

La primera noche llegaron ochenta personas para la proyección del video “Vivir lo real”, inspirado en el libro más famoso de don Giussani y en El despertar de lo humano de Julián Carrón. Pero cuando el padre Cristian les contó que un amigo suyo, el conocido alpinista Giuliano Stenghel, había muerto unos días antes durante una escalada en la isla de Tavolara, decidieron presentar también la muestra “¡Estamos en la cima! La cumbre del K2 y los rostros de un pueblo”. El párroco leyó una conmovedora carta de Stenghel sobre el sentido de subir a la montaña que, sorprendentemente, ayudaba mucho a entender el profundo nexo que une ambas exposiciones.

«Nos hemos sentido un poco como los que hace 41 años inventaron el Meeting», explica Cesare. «Teníamos algo precioso entre manos y hemos querido darlo a conocer a todos. Cuando pones en juego lo que tienes ante el mundo descubres mejor su valor. Al menos para mí ha sido así».

El Meeting de Rímini en Porto San Paolo, en Cerdeña

El Meeting en Porto San Paolo es solo uno de los 85 que se están celebrando en toda Italia y de los 25 en todo el mundo (de Australia a Brasil, de Argentina a Polonia, de Gran Bretaña a Japón). La pandemia no solo no ha parado el encuentro de Rímini sino que lo ha hecho salir de los pabellones del recinto ferial para proyectarlo hacia los cinco continentes. No todos, de hecho casi nadie tiene los “potentes medios” del evento original tal como hemos aprendido a conocerlo. Acontece así en oratorios y plazas donde se juntan varias sillas, una pantalla y un proyector. Todo mucho más casero. Pero las ganas de conocer y dar a conocer lo que sucede en el Palacio de Congresos de Rímini son enormes. Más que la forma, importa el contenido. Nicoletta y Federica, de la oficina de relaciones públicas del Meeting, lo han visto claramente. «Ha sido un movimiento inesperado, totalmente gratuito y lleno de responsabilidad. Nos llaman para confrontarlo todo, sin que se lo hayamos pedido, son ellos los que desean que así sea porque perciben que ellos son “el Meeting” allí donde están».

La historia del “Meeting en Moscú” es un buen ejemplo. Jean-François Thiry, director de la Biblioteca del Espíritu, uno de los centros culturales más vivos de la capital rusa, este año pensaba que, como había facilitado el contacto de un par de invitados importantes, ya había cumplido con su contribución al evento. Pero luego, cuando se enteró de que el único “Meeting Ambassador” que se había presentado desde Rusia era una chica de la que nunca había oído hablar. Entonces se dio cuenta de que, en el fondo, la historia de CL en Rusia está muy vinculada a Rímini. Es cierto que hay grandes nombres del mundo de la cultura que han pasado por allí, pero para muchos ese encuentro ha sido crucial para conocer el movimiento. Así que decidió relanzar la propuesta: ¿por qué no llevar el Meeting a Rusia? Respondieron quince personas y se pusieron a trabajar. Teniendo en cuenta que, por allí, el confinamiento aún no había acabado del todo. Crearon una sección en la web de la Biblioteca dedicada al Meeting con videos traducidos e identificaron los encuentros que quería promover en redes sociales.

Mientras tanto, Jean-François se enteró de quién era la misteriosa “Meeting Ambassador”. Se llama Daria y ha estudiado Estrategia de Medios en Padua. Sus amigos le invitaron a trabajar en el Meeting pero ella nunca había estado allí y no sabía qué hacer. «Me gradué en marzo de 2019», cuenta la chica, que reside en Yaroslavl, a 300 kilómetros de la capital. «Antes del confinamiento pasé unos días en Italia, me invitaron a apuntarme como voluntaria al Meeting y acepté. Luego ya no había que ir a Rímini sino trabajar desde Rusia, y también acepté». ¿Por qué? «Siempre he hecho voluntariado cultural. Creo que es algo que te ayuda a conocerte y a conocer. Luego, cuando vi que la historia del Meeting también tenía que ver con mi país pensé que eso lo hacía aún más interesante». Luego conoció a Jean-François y se implicó un poco en la organización de la difusión de contenidos por redes sociales. Hace cuatro días, su nuevo amigo la llamó y le dijo: «He decidido hacer una locura, ¿me ayudas?».

La idea era hacer un maratón en director por Facebook y Zoom durante seis horas para presentar el Meeting, sus contenidos del pasado y de este año. La cita es el domingo 23 de agosto y contarán con “invitados en el estudio”, como Andrey Yurevich, sacerdote ortodoxo y arquitecto que ha participado varias veces en Rímini, y una familia de Novosibirsk que todos los años pasa una semana en los pabellones del recinto ferial riminés. También contarán con gente que ha conocido CL participando en la preparación de una exposición y otros que compartirán su experiencia en el Pre-Meeting. También habrá píldoras con encuentros pasados y sobre el espectáculo de este año dedicado a Dostoyevski. ¿Y Daria? ¿Qué tiene que hacer? «Jean-François me ha pedido que me encargue de una serie de momentos breves que hemos llamado TG Meeting, donde se resumen los contenidos de cada jornada de la edición 2020. Así que estos días estoy intentando seguir todo lo que puedo». ¿Y qué es lo que más te ha impactado de momento? «Las conversaciones con Mikel Azurmendi y González Sainz. Me ha parecido un formato muy interesante. Es cierto que un encuentro presencial tiene el sabor de lo imprevisto, pero es muy bonito poder conocer a una persona en el lugar en el que vive, su casa, su ciudad...».

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Jean-François se lo dijo así. «¿Sabes que tú tienes la culpa de todo esto?». A lo que Daria comenta: «Sí, y es algo que me llena de alegría. No puedo explicar cómo ha sucedido, pero esto también responde a la pregunta de por qué hago voluntariado: suceden cosas que iluminan la vida. Es como el evento del domingo, que uno dice: “sí, es una locura, ¡pero hagámoslo!”».