La exigencia de ayudar y la certeza que sostiene la vida

Un grupo de amigos vinculados a un Centro cultural decide sostener económicamente a aquellos que sufren por la emergencia del Covid-19. Cuando alguien retoma la provocación de Carrón sobre la naturaleza del Fondo común, cambia la perspectiva

La contingencia evidente que estamos viviendo ha despertando en algunos amigos del Centro Cultural de nuestra ciudad la exigencia de ayudar a las asociaciones locales de nuestra zona a hacer frente a la emergencia del Covid-19. Una noche estábamos conectados por videollamada y un amigo releyó un párrafo de la carta de Julián Carrón del pasado 23 de marzo donde hace referencia al Fondo común. Releer juntos las razones para adherirnos a ese instrumento con que el movimiento siempre nos ha educado en una «concepción comunional de lo que uno tiene», nos «arrancó de la nada de nuestra solución, aunque fuera buena». La intervención de este amigo fue la ocasión para desplazar el centro de gravedad de nuestra mirada, sin el pretexto de un “ya me lo sé” que tantas veces nos bloquea.

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Ha sido precioso reconocer la necesidad de ser educados dentro de la pertenencia al carisma que nos ha cautivado, y sentirnos miembros de un único cuerpo porque, como decía Carrón en su carta del 12 de marzo, «la certeza que sostiene nuestra vida es un vínculo, y tenemos que hacer un camino para llegar a esta certeza afectiva. Las circunstancias se nos dan para apegarnos más a Él».
Por eso, hemos pensado donar al Fondo común el dinero que tenemos en la caja de nuestro Centro Cultural.
Carta firmada