Papa Francisco

El video del Padre Nuestro con el Papa

El Santo Padre ha rezado, unido a los cristianos de toda confesión, por el mundo probado por la pandemia. El viernes 27, la oración en la plaza vacía de la basílica de San Pedro con la bendición Urbi et Orbi
Papa Francisco

Queridos hermanos y hermanas:
Hoy nos hemos dado cita todos los cristianos del mundo para rezar juntos el Padre Nuestro, la oración que Jesús nos enseñó.

Como hijos confiados nos dirigimos al padre. Lo hacemos todos los días varias veces, pero en este momento queremos implorar misericordia para la humanidad duramente probada por la pandemia del coronavirus. Y lo hacemos juntos, cristianos de todas las iglesias y comunidades, de toda tradición, edad, lengua y nación.

Pidamos por los enfermos y sus familias, por todos los trabajadores sanitarios y quienes los ayudan, por las autoridades, las fuerzas del orden, los ministros de nuestras comunidades.

Hoy muchos de nosotros celebran la Encarnación del Verbo en el seno de la Virgen María, cuando su “aquí estoy”, humilde y total, se reflejó en el “aquí estoy” del Hijo de Dios. Nosotros también nos encomendamos con total confianza.



Para anunciar este momento, en el Ángelus del domingo 22 de marzo el Santo Padre había dicho:

Queridos hermanos y hermanas:
En estos días de prueba, mientras la humanidad tiembla por la amenaza de la pandemia, quisiera proponer a todos los cristianos que unan sus voces hacia el Cielo. Invito a todos los jefes de las iglesias y a los líderes de todas las comunidades cristianas, junto a todos los cristianos de las diversas confesiones, a invocar al Altísimo, Dios omnipotente, rezando al mismo tiempo la oración que Jesús Nuestro Señor nos enseñó. Por tanto, invito a todos a hacerlo varias veces al día, pero a todos juntos a rezar el Padre Nuestro el próximo 25 de marzo a mediodía. En el día en que muchos cristianos recuerdan el anuncio a la Virgen María de la Encarnación del Verbo, que el Señor pueda escuchar la oración unánime de todos sus discípulos que se preparan para celebrar la victoria de Cristo Resucitado.

Con esta misma intención, el próximo viernes 27 de marzo, a las 18 horas, presidiré un momento de oración ante la explanada de la Basílica de San Pedro, con la plaza vacía. Invito a todos a participar espiritualmente a través de los medios de comunicación. Escucharemos la Palabra de Dios, elevaremos nuestra súplica, adoraremos al Santísimo Sacramento, y al terminar daré la bendición Urbi et Orbi, con la posibilidad de recibir la indulgencia plenaria.

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A la pandemia del virus queremos responder con la universalidad de la oración, la compasión, la ternura. Permanezcamos unidos. Hagamos sentir nuestra cercanía a las personas que están más solas y probadas. Nuestra cercanía a los médicos, trabajadores sanitarios, enfermeros y enfermeras, voluntarios… Nuestra cercanía a las autoridades que deben tomar medidas duras, pero por nuestro bien. Nuestra cercanía a los policías, a los militares que tratan de mantener siempre el orden en nuestras calles, para que se cumplan las medidas que el gobierno nos pide por el bien de todos. Cercanía a todos.