Con motivo de la 41ª edición del Meeting de Rímini, el presidente de la República italiana ha enviado a los organizadores el siguiente mensaje:

Esta cuadragésimo primera edición del Meeting tiene lugar mientras la terrible pandemia sigue sembrando sufrimiento y muerte en todas las latitudes, irrumpiendo en nuestra historia y obligándonos a desacelerar, con lamentables consecuencias económicas y sociales.
Ahora estamos llamados a volver a empezar con más calidad, con una mayor conciencia comunitaria, con un nuevo desarrollo que respete a la naturaleza y supere las discriminaciones sociales. Los organizadores del Meeting han expresado su conciencia al confirmar su programa de iniciativas, con el que una vez más acrecentarán el patrimonio cultural y las ocasiones para confrontarse en este país, suponiendo para muchas comunidades de referencia un momento importante de fraternidad y crecimiento.
Quiero hacer llegar mis mejores deseos a los promotores, a los voluntarios, a los ponentes y a los invitados.

El lema de este año –“Sin asombr, nos quedamos sordos ante lo sublime”– fue elegido antes de que apareciera este virus y sin embargo constituye un estímulo más apropiado que nunca para reflexionar sobre lo sucedido y para prepararse para la reconstrucción, que no puede esperar y que necesita, al mismo tiempo, ideales profundos, con amplitud de miras y mucha concreción.
En los momentos históricos más importantes pesan, obviamente, las condiciones materiales. Pero el ímpetu es posible si, junto al legítimo juego de intereses, se manifiesta una capacidad de proyectar, una tendencia al desarrollo integral de la persona, un compromiso por el crecimiento de la humanidad, capaces de vencer los ímpetus de cerrazón, resentimiento, odio, que en cambio nos llevarían al fracaso.

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Desde su origen, el Meeting ha mirado al horizonte europeo como un rasgo decisivo de nuestro futuro. Aprovechar el cambio, del que la UE ha sido capaz al responder a la pandemia y al proyectar la vuelta a empezar, supone hoy la premisa de un relanzamiento. Nuestro país ha vuelto a dar prueba de sus energías morales y civiles y solo mediante la integración y la solidaridad europea se puede construir un mañana adecuado para nuestros hijos.
Un compromiso económico, social y cultural al que todos podemos y debemos contribuir. Sobre todo las instituciones pero también la sociedad entera, con sus fuerzas económicas y sus valiosas autonomías sociales. Este es el camino para recuperar el retraso y hacer más sólido nuestro país y el futuro de sus generaciones más jóvenes.
Sergio Mattarella