En el centro: Matteo Truffelli y Giorgio Vittadini

Hacer bien el propio trabajo

Dialogar, confrontarse, buscar puntos de encuentro para ofrecer una contribución a la vida de la gente. Así nace la asociación “Forum para el biencomún”. Primera cita: un diálogo entre Giorgio Vittadini y el presidente de Acción Católica
Teresa Milella

Cuando las personas se encuentran, siempre sucede algo. Sí, todo nace siempre de un encuentro. Personas que se juntan en un momento histórico en que se ponen en discusión los valores considerados fundantes de la convivencia, como la tolerancia y el diálogo, la acogida del otro, la política como servicio a la res publica, la subsidiariedad como principio de respuesta a las necesidades.

Sucedió en Fidenza. Hombres y mujeres, procedentes de diferentes caminos de fe, del mundo del voluntariado, compañeros de trabajo, profesores y padres que aman su ciudad y a su gente, pero sobre todo que quieren contribuir desde abajo a la vida de una comunidad, han dado vida a una asociación que han querido llamar “Forum para el biencomún” (¡así, sin espacios!). Todo surgió en 2015. A Stefano Dondi, responsable entonces de la comunidad de CL, le pidieron que participara como representante de la diócesis de Fidenza en el congreso de católicos italianos organizado por la Conferencia Episcopal en Florencia. «Allí comenzó una experiencia de relaciones y encuentros que fue derribando pequeños grandes muros entre nosotros», recuerda ahora. Poco a poco, el grupo se fue abriendo a otros conocidos. Así llegó un compañero de trabajo, la directora del banco, otros que invitaban otros… En aquellas veladas lo que les apasiona es hablar de lo que viven. Y así llegamos a 2017.

Fidenza es una ciudad pequeña, donde todos se conocen, donde te puedes cruzar con el alcalde por la calle. Por eso, cuando le cuentan a Andrea Massari, el alcalde, lo que está pasando, él les sorprende soltándoles: «Pero entonces, ¿por qué no ofrecéis una contribución activa a los hombres y mujeres que viven en nuestra ciudad? ¿Por qué no buscáis puntos de encuentro, nuevos espacios para dialogar y confrontarse?». Así van naciendo varias iniciativas, la escuela de padres, la exposición del Meeting de Rímini sobre el hospice, ocasiones todas para ensanchar esa trama de relaciones. Entonces la decisión de dar vida al Forum surgió dentro del orden de las cosas que pasaban y no como un a priori teórico. La asociación está abierta a todos, personas físicas o jurídicas, sin reglas ni condiciones especiales, solo una: buscar juntos lo que construye y no lo que divide. Unir a personas distintas por sus historias, experiencias e ideales, con el objetivo de desear puentes en vez de muros, y así poder construir el bien de una comunidad en camino. En eso radica este Forum.



Para presentar oficialmente la asociación, el 25 de noviembre se celebró un encuentro público en el Teatro de la ciudad con dos “pesos pesados”: Giorgio Vittadini, presidente de la Fundación por la Subsidiariedad, y Matteo Truffelli, presidente de Acción Católica. Asistieron varias autoridades y se siguió por streaming en Facebook en algunas ciudades donde amigos de CL y de Acción Católica se juntaron para ver el encuentro.

En el escenario se proyectó un video precioso donde aparecían el presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, en el Meeting de Rímini y el Papa en Cesena, con el lema: «No hay comunidad que no se dedique al bien común». El alcalde, tras expresar su deseo de que la nueva asociación se pusiera en juego, dijo: «Vosotros sois el primer paso para retomar el discurso sobre la comunidad».

Moderaba el encuentro el presidente del Forum, Stefano Dondi, que dirigió a los invitados preguntas centradas en el sentido que hoy se quiere dar a la palabra “bien común”, al significado de la política, con P mayúscula, como el Papa recordó a los miembros de la Acción Católica con ocasión de los 150 años de su fundación. Hubo una gran sintonía en las respuestas. Vittadini señaló que «la unidad de la experiencia actual es más grande y el enemigo común a combatir es el nihilismo. El partido católico es el último de los problemas que tenemos, pero se puede dialogar con todos teniendo como criterio para decidir en política quién anima al odio y quién no».

La atención a la persona y la necesidad de trabajar para que toda la sociedad pueda vivir mejor, el asociacionismo como antídoto al individualismo y la ayuda para mantener despierto el deseo fueron los puntos centrales de las intervenciones, en un clima de profunda cordialidad que se respiraba a medida que avanzaba la velada. Vittadini subrayó la necesidad de poner en el centro «mi compromiso, mi responsabilidad. ¿Cómo? Haciendo bien mi tarea y mi trabajo, prestando atención al otro y haciendo que el trabajo vaya bien». Truffelli destacó la necesidad de que la política se ocupe de cuestiones reales con un respiro programado, es decir, mirando al futuro y consciente del propio límite. «La política no debe hacerlo todo». Pero lo que ensanchó la mirada a la realidad en la que estamos viviendo fue la respuesta a la pregunta: «¿Qué gente os encontráis cuando vais por Italia?». Vittadini respondió: «Tú ves lo que buscas, el pulso de la gente lo ves si ves tu pulso, que es consecuencia de lo que vives». Truffelli señaló que «nuestro país tiene un tejido solidario muy fuerte, aunque tenemos que admitir que como católicos somos culturalmente una minoría. El rostro católico ya no existe, pero debemos saber traducir nuestro patrimonio de tradiciones en buenas ideas para el país».

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A medida que nos acercábamos al final, nos dábamos cuenta de que los tiempos en que la diferencia de método y experiencia entre los católicos impedía un diálogo se habían disipado y que había llegado el momento en que, afirmó Truffelli, no hay que infravalorar el valor de vivir una experiencia eclesial que permite tener menos miedos y nos ayuda a trabajar para reducir las diferencias.