Melbourne (Unsplash/Pat Whelen)

Australia. «¿Por qué seguimos aquí?»

La invitación a los Ejercicios de la Fraternidad de CL, los encuentros periódicos sobre “El sentido religioso” y el descubrimiento de algo que todos buscaban. Sucede en Melbourne
John Kinder

Rafaela vive con su marido y sus tres hijos en un barrio de Melbourne, en la bahía de Port Phillip, en la pintoresca península de Mornington, en Australia. Su compromiso con la parroquia y el colegio le ha llevado a estar en contacto con mucha gente y tenía el deseo de mostrar a sus amigos la experiencia de la que nace su fe.

El fin de semana de los Ejercicios espirituales de la Fraternidad le pareció una ocasión ideal así que, aparte de los miembros de la comunidad de CL de Melbourne, invitó a sus amigos de la zona. El formato era sencillo y accesible. Un sábado y un domingo en las salas de la parroquia para pasar las dos jornadas juntos y volver a casa por la noche.

Invitó a todos, viejos y nuevos amigos. «¿Por qué seguimos aquí? La búsqueda de lo verdadero, lo bello y lo bueno, de la felicidad, nunca termina. Eso es el cristianismo: no una especie de entrenamiento para vivir, sino la aventura de la vida».

¿Logística? «Compartimos la comida preparada en el centro parroquial y escuchamos grabaciones porque no se nos da muy bien cantar… Una organización muy básica». Para guiarlos, llegó el padre John O’Connor desde Christchurch, Nueva Zelanda. Parece increíble que hiciera un viaje de ocho horas para acompañar a un grupo tan pequeño, pero allí estaba.

Los nuevos amigos de Rafy se quedaron fascinados por el contenido de los Ejercicios y más aún por la nueva forma de mirar la vida y la fe que percibieron. El padre John desgranó las ideas principales con ejemplos de la vida cotidiana, todo muy concreto y cercano.

Tras esos dos días juntos, Rafy propuso organizar regularmente un encuentro para sus amigos de la zona, con invitaciones personales y un aviso en el boletín parroquial. Así es como han empezado a verse cada quince días para leer juntos El sentido religioso. Es un grupo heterogéneo de gente que procede de diversos lugares y con distintas edades. Gente diferente reunida por su encuentro con Jesús.

Para la mayoría se trata de una experiencia nueva, casi imposible de definir. Además, tampoco es fácil. El texto es exigente, los diálogos exigen paciencia y respeto por las opiniones de otros, pero sobre todo el mayor desafío es acoger seriamente la invitación de don Giussani y empezar a juzgar nuestra experiencia usando el criterio que nos ofrece el deseo de nuestro corazón.

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Deseosos de saber más, este grupo ha vuelto a invitar al padre John a cruzar de nuevo el mar de Tasmania. Rafy ha descubierto además un nuevo talento para diseñar invitaciones y ahora se trata de volver a pasar juntos un fin de semana a finales de octubre para explorar a fondo el “sentido religioso”. Se trata de un concepto poco habitual en el lenguaje católico australiano, pero en esta parroquia de Melbourne hay mucha curiosidad. Es un nuevo inicio.