La "Virgen del Fango" (detalle) de Franco Vignazia

El rostro que nos hace levantar la mirada

La experiencia de las inundaciones plasmadas con lienzo y pincel por el artista Franco Vignazia, que explica cómo nació su “Virgen del Fango”

Mi relato de la historia tan dramática que hemos vivido y seguimos viviendo con las inundaciones que hemos sufrido es la imagen de la Virgen del Fango. Las palabras que mejor la definen son “asombro”, “estupor” y “gratitud”.
Después de dos días echando una mano a varios amigos, volví a casa y me senté en la mesa de mi estudio para intentar entender y juzgar lo que estaba pasando.

Me llevaba “a casa” varias cosas:
1. La sensación de fragilidad, sintetizada en el fango que lo había cubierto todo, el miedo a perderlo todo, incluso en mí, por ejemplo, cuando tuve que pararme delante de un cartel que decía: “peligro de inundación”, que no me permitió llegar a ver lo que había sucedido en la campiña. 2. El espectáculo de un pueblo que se puso a trabajar para responder el deseo de bien que habita en el corazón humano. 3. La conciencia de que toda esta generosidad se agota si no encuentra una roca en la que apoyarse, un juicio que permite que las cosas que nos pasan se hagan experiencia. 4. La ocasión de cambiar la mirada que me ofreció la conversación con una mujer del zona por el juicio que ella hacía sobre el “milagro” de la hornacina de la Virgen que salió indemne en medio del desastre de alrededor: «¿Cómo es posible que haya gente que no crea ante este hecho que hay Algo más grande? ¡La Virgen nos está diciendo que quien se aferra a Ella y a su Hijo estará a salvo!».

Así nació la imagen de la Virgen del Fango, de lo que vi. Mejor dicho, de lo que vi esos días leído desde esa experiencia cotidiana de educación para mirar la realidad a la que hemos sido confiados.
La imagen de María representa a la Virgen, que no se aparta fuera del fango, sino que se sumerge en el fango para compartir el miedo, el dolor, el cansancio, y al mismo tiempo nos permite levantar la mirada y ponernos en marcha, moviendo nuestros brazos para trabajar y nuestros labios para orar.

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La familia que se reúne junto a Ella se convierte en punto de referencia para la gente de los alrededores. Un pueblo armado con las herramientas de trabajo para sacar agua. Un punto de juicio.
Compartí esta imagen con algunos familiares y amigos, con el obispo de Forlì, monseñor Livio Corazza… Uno de ellos me respondió con unos versos que había escrito sobre lo que había vivido, una extraordinaria coincidencia de juicio, otro empezó a hablar de ella en todas partes y el obispo la propuso como “corazón” de la Iglesia de Forlì. Para mí fue como entregar mi pobre conciencia, este pedazo de mi vida, a Sus manos, mediante las manos y la inteligencia de mis amigos y de la Iglesia:

Todo está en Tus manos,
todo es perdonado,
toda la miseria de este día
está ya en Tus brazos.
¡Eres la madre de mi Señor!

Partiendo de una experiencia juzgada, se puede construir incluso en medio de las inundaciones de la vida cotidiana. Mil veces caeré, pero mil veces tendré la certeza de que el Señor me quiere y me abraza a través de la Iglesia, a través de Su madre… De ahí nacen cosas inesperadas.
Franco Vignazia (Forlì)