Caritativa. Un gesto libre que se convierte en mentalidad

El compromiso de ayudar en un centro de apoyo al estudio, la fatiga de atravesar la aridez y, con el tiempo, el descubrimiento de una disponibilidad «que antes no tenía»

Leyendo El sentido de la caritativa, me llama la atención la cuestión del tiempo libre: la caritativa no debe perjudicar al estudio, debe hacerse en el tiempo libre. Cuento un hecho para mostrar lo importante que es para mí. Al empezar la carrera leí en los avisos de la caritativa que en Scholè, la ayuda al estudio que se hace en Bolonia, hacían falta profesores, concretamente de Economía empresarial. Yo había sacado buenas notas en contabilidad, por eso me matriculé en Economía y Comercio, y enseguida percibí que ese aviso era para mí. Ya llevo tres años haciéndolo. Al principio pensaba que tenía que dar clase, sin embargo me pasé todo el primer año explicando contabilidad a inmigrantes que ni siquiera sabían hablar mi idioma, tratando de hacerles entender la diferencia entre débito y crédito, inventando situaciones que casi representaba teatralmente con billetes.

No entendía muy bien el sentido de lo que hacía, pero seguía yendo y, poco a poco, empecé a ver la utilidad que aquello tenía y sigue teniendo para mí, por una razón muy simple: yo estoy más disponible. Desde hace una semana, en mi grupo de Economía y Derecho hay algunos casos de Covid, por lo que nos pusieron inmediatamente en aislamiento a todos en nuestro apartamento. Un domingo tenía la tarde libre y me dediqué a preguntar a mis compañeros qué necesitaban y a intentar responder a esas necesidades. Fue un acto totalmente libre que, sin duda, hace unos años no habría hecho porque sin duda tendría que dedicar tiempo al estudio.

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En El sentido de la caritativa, don Giussani afirma que «solo cuando empezamos a obrar, cuando empezamos a dar parte de nuestro tiempo libre en un ejercicio integral de nuestra libertad, es cuando la caridad cristiana se convertirá en mentalidad, en convicción, en una dimensión permanente». Cada vez crece más en mí la necesidad de seguir siempre a esta compañía en todo.
Matteo, Bolonia