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USA. «Cuando falta esa X fuera del círculo...»

Un clima polarizado de cara a las elecciones presidenciales, «donde todo queda reducido a política e ideología». Pero, para Alessandro, los pequeños milagros son posibles, «como esa conversación en casa...»

Casi todo el mundo sabe que este martes 3 de noviembre se celebran las elecciones y el clima general está muy dividido. Por desgracia, estamos asistiendo al choque de dos corrientes fuertemente ideologizadas y ninguna de las dos corresponde personalmente. Además, durante los últimos meses, por no decir años, hemos visto una escalada progresiva en el tono de los políticos, que luego ha hallado correspondencia en los debates personales entre la gente. Por el momento, todo “es político”, dividido entre republicanos y demócratas. Hasta la utilización o no de la mascarilla frente al Covid parece haberse convertido en símbolo de pertenencia a uno u otro bando.

Pero en nuestra casa –soy de los Memores Dominiha pasado algo distinto. Hemos visto nacer un diálogo que ha implicado y provocado a muchos. Todo empezó con el nombramiento de un conocido a un cargo muy importante, haciendo que la política se “nos acercara mucho”. La conversación entre nosotros se hizo muy intensa –aunque solo tres de los siete que somos tienen derecho al voto por ser ciudadanos americanos– y todos nos hemos dejado provocar e interrogar. Ha sido un verdadero diálogo, donde nos escuchábamos para entender de verdad la experiencia y las intuiciones del otro, y no para empezar a preparar una respuesta que oponer. Un diálogo donde nadie interrumpía a nadie.

Nos hemos dejado acompañar por la encíclica del papa Francisco sobre la fraternidad que algunos de nosotros estábamos leyendo, y eso nos ha ayudado a entender los criterios para valorar cuál era el “mal menor”.

Creo que el primer milagro ha sido la posibilidad de tener un diálogo así, pues en la mayoría de los casos siempre hay alguien que se levanta y se marcha porque no le interesa la conversación. En este caso había una tensión real por escucharnos y caminar juntos.

Una noche invitamos a un amigo de Nueva Jersey para que nos ayudara a entender el contexto cultural en que se estaba desarrollando la campaña, a la luz de las implicaciones económicas, la justicia social y la pandemia. En un momento dado, respondiendo a una pregunta sobre por qué había un clima tan polarizado –en mi empresa, que es muy grande, ya nos han avisado de que los días post-electorales estarán marcados por un gran estrés emocional–, nuestro amigo citó el ejemplo que pone don Giussani en el capítulo 8 de El sentido religioso, el del círculo y la X fuera del círculo. Si se borra esa X, todo lo que queda es el círculo. Traducido a nuestro caso, la política y el poder lo son todo, de ahí el clima que se está generando a nuestro alrededor. Aquello me hizo respirar inmediatamente, tanto en relación a los criterios de voto como ante la realidad entera: trabajo, relaciones, la casa. Si yo borro esa X que está fuera del círculo o me alejo de ella, el círculo empezará a estrecharse hasta resultar agobiante. Más aún en una situación de incertidumbre como la que estamos viviendo.

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Qué regalo volver a darse cuenta de esto. Y más aún redescubrir que esa X se ha hecho carne y me acompaña, sobre todo en la compañía cristiana y, de manera aún más cercana, mediante los que viven conmigo. Ahora comprendo mejor lo que Carrón destacaba en la Jornada de apertura de curso respecto a la necesidad de ver y reconocer esta diferencia cuando se presenta ante nuestros ojos.
Alessandro, Nueva York (Estados Unidos)