Ante todo, hija de la Iglesia

ABC
José Luis Restán

La lectura del decreto de excomunión puede escucharse como el sonido de un corte seco en el tronco. Se ha consumado, en primera instancia, el drama de Belorado, porque pese a los ropajes exóticos en que ha venido envuelto este caso, se trata de un verdadero drama. El arzobispo de Burgos, actuando como Comisario Pontificio, ha constatado la decisión libre y públicamente expresada de diez religiosas clarisas de abandonar el hogar de la Iglesia católica. Es un dato que es preciso reconocer y aceptar… aunque sea con tristeza y con dolor. Como dijo en una entrevista Joseph Ratzinger, el Señor ha querido correr con nosotros un gran riesgo, precisamente el riesgo de la libertad. Y como decía un gran misionero al que pude conocer, «hasta el final, hijo mío, cualquiera puede hacer una tontería»...
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