No temo ningún mal

El País
Juan José Millás

...Esos ejecutivos, en los que su antiguo volumen corporal ha devenido en sombra de su sombra, podrían ser la metáfora de una sociedad que vive entre tinieblas y frente a lo cual solo se me ocurre entonar el viejo salmo: “Aunque por el valle de las sombras caminaré, no temo ningún mal porque Tú me acompañas”. El problema es dar con ese “Tú” mayúsculo.
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