El extraño en el Buen Gobierno

El País
Enrique Vila-Matas

...No tardé en plantarme ante el mural que ocupa tres paredes del Palacio Comunal, alegoría pintada en el contexto de la gran crisis política de 1338. Por sencillo que pudiera ser, impresionaba el mensaje en el que, por una parte, sin ambages, se advertía del infierno que comportaría una tiranía en Siena, y por el otro, en la pared de al lado, se exponía, a modo de gran contraste, las ventajas de tener “un Buen Gobierno y los efectos que esto produciría en la ciudad y el campo”. De hecho, lo que se explica allí es la necesidad de reanudar el arte de vivir juntos, algo que uno piensa que haríamos encantados si el Buen Gobierno, con su dinámica, nos convenciera, ya no tanto de la sabiduría de los principios que lo inspiran, sino de lo alcanzado en su gestión: los efectos concretos, visibles y tangibles en la vida de todos...
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