La campaña del miedo

El País
Fernando Vallespín

¿Hasta qué punto podemos considerar que vivimos en una sociedad libre cuando la mitad de una sociedad teme ser gobernada por los representantes de la otra mitad? Lo lógico es que “prefieran” que le gobiernen los suyos, ¿pero sentir miedo ante el otro? Pues bien, esta indeseable emoción es la que se nos ha venido instigando a lo largo de toda la campaña. Lo normal e inevitable es que suba la temperatura de la tensión interpartidista, que se subrayen las diferencias con los adversarios, que se exageren hasta la hipérbole los méritos propios y los deméritos del contrario. Pero en el fondo siempre han sido campañas donde imperaban estrategias de seducción, no de amedrentamiento. Hoy, lo que debería ser el día de la fiesta de la democracia se va a convertir para la mayoría en el día de la tortura, de la ansiedad ante la posible victoria del otro.

Lo que esto denota, y ante lo que me revuelvo, es la poca confianza que tenemos en nuestras instituciones...
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