Cuando ya no seas tú

El País
Elvira Lindo

El lector se apoyó en el mostrador de mi caseta y me pidió que les dedicara un libro a sus sobrinos. Le pregunté que cómo se llamaban y de pronto advertí cómo palidecía y se llevaba la mano a la frente sudorosa. No me acuerdo, dijo. Le invitamos a sentarse, le dimos agua, procuramos tranquilizarle, y al cabo del rato, los nombres surgieron. Estoy pasando una mala época, dijo. Se fue rumiando a qué se debería su olvido. ¿Sería angustia o algo más? La madurez te hace reflexionar sobre la decadencia. Cuando eres joven puedes acusar estrés o depresión, pero al ir cumpliendo años temes perder algún día la conciencia de ti mismo...
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