Mirar las estrellas

Después de cenar, salíamos a mirar las estrellas. Las tumbonas estaban en una terraza asomada a las viñas que había plantado mi abuelo. El puig de Sant Salvador se recortaba al fondo. Hablábamos poco. Mi hermano pequeño preguntaba: “¿Qué hay detrás de las estrellas?”. Mi madre contestaba: “Más estrellas”. ¿Y detrás?, preguntaba él de nuevo. “Más estrellas, el universo es infinito”. Aquel infinito hacía que nos sintiéramos muy pequeños. No solo físicamente, también en lo existencial. Éramos una breve interrupción en la nada cósmica, que a su vez lo era todo...
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