Vicente y el amor

El País
Ana Iris Simón

...Otra cosa que hizo al irse mi abuela fue empezar a hablar de ella todo el tiempo. Él, a quien casi nadie había pillado nunca en el renuncio de expresar sentimiento alguno, no pierde oportunidad de recordar cómo se conocieron, de ordenarte que coloques eso en tal sitio porque así lo mandaba ella o de lamentar lo mucho que la echa de menos. Un día me contó que bromeaban a veces con quién prefería morirse antes y que él solía pedirse el último, pero que ahora se arrepiente. Que sí, que está rodeado de hijos, nietos e incluso bisnietos, pero que ella no está. Y que si enamorarse significa la posibilidad de un futuro, no tenerla cerca es lo más parecido a carecer de presente.

No fue leyendo a Eva Illouz ni a Brigitte Vasallo ni a Ortega que comprendí el amor: fue escuchando hablar a mi abuelo Vicente en su comedor con la persiana a medio echar...
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