Contra Bach

El País
Javier Cercas

Lo cierto es que es desaconsejable convertirse en un forofo de Bach. No digo que no sea gratificante; lo es: casi infinitamente. Pero tiene contraindicaciones temibles; sobre todo, dos. La primera es que por momentos el resto de la música clásica, casi el resto de la música, tiende a parecerte una especie de pasta informe. La segunda es que, por muy ateo que seas, escuchando a Juan Sebastián te entran unas ganas irreprimibles de creer en Dios. Hablo en serio.
Pincha aquí para seguir leyendo