No debemos dejar de desear

El País
Emiliano Monge

La anulación de nuestros anhelos debiera ser la última de las rendiciones de los seres que han sido acorralados, porque es la primera de nuestras muertes. (...) Primo Levi, en Si esto es un hombre, cuenta que la fuerza que lo ayudó a sobrevivir en el campo de exterminio en el que estuvo, nacía del deseo de poder, algún día, contar lo que ahí había sucedido. Quizá por eso, Smiley, en el libro que apenas he citado, también asevera: “Según mi experiencia, sólo existe una última motivación, y no es otra que el deseo. No hay razones ni principios capaces de ponerle coto, de plantarle cara”...
Pincha aquí para seguir leyendo