'Umami'

El País
Fernando Savater

Las navidades de este año aciago, que empezó con la formación del Gobierno de Sánchez y luego aunque parezca imposible fue empeorando, están siendo distanciadas, perimetradas, enmascaradas, de calles vacías sobre las que brillan luces patéticas, de gente que no vuelve a casa por Navidad. Muchos no volverán ya a casa nunca. Pero al menos siguen siendo fiestas glotonas, eso que no falte. Y yo, que tan glotón fui y en mi vetusta imaginación no dejo de ser, apetezco manjares de gusto umami, ese sabor definitivo que no es ni dulce, ni salado, ni amargo, ni ácido aunque deleita siempre y no cansa jamás. El sabor del infinito, de la eternidad, que no sabemos describir pero reconoce la punta de la lengua con los ojos cerrados...
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