Un momento

La Vanguardia
Pilar Rahola

Cierro el libro que estoy leyendo y en la plácida pausa de la lectura, premiada por un inesperado silencio en la casa (somos cuatro, dos de ellos jóvenes), de golpe me sacude un irrefrenable sentimiento de nostalgia. Mi madre, mi nieto, mi familia, mis amigos, los abrazos perdidos de estos días, y sí..., tengo un momento oscuro. ¿Cuánto tardaré en tocarlos, besarlos, fundirme en ellos, perdida en un amasijo feliz de vida familiar? Y esa pregunta herida, que no encuentra un clavo al que agarrarse, porque vivimos días sin respuestas, se queda flotando en el aire, alimentando la incertidumbre...
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