Deseo

XL Semanal
Carmen Posadas

...El problema es que los deseos son como los espejismos, se desvanecen en cuanto uno los alcanza. Y es ahí precisamente donde esta cualidad humana tan útil y tan importante para la felicidad de las personas ha mutado o, peor aún, ha perdido toda su eficacia y encanto. Hoy en día nos hemos convertido en yonquis de los deseos. Ya no se desea una cosa, sino que los deseos son infinitos. (...) Otro tanto ocurre con la felicidad. Ahora resulta que todo el mundo tiene la obligación, el mandato perentorio de ser feliz. Sin embargo, lo que no nos cuentan esos tontos libros de autoayuda que tanto repiten que uno puede lograr todo lo que se proponga, es que la felicidad también es un espejismo, siempre está un poco más allá...
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