'Modern love' y la ciencia amorosa

El Español
Sol Aguirre

...El interruptor de los corazoncitos se enciende al tiempo que el de la racionalidad se apaga. Eso no lo cuentan en esta serie, ni en ninguna que yo haya visto. Eres capaz de identificar lo que no te gusta del chaval que toma café a tu lado, pero te pasas sus defectos por el arco del triunfo. A veces son insignificantes; otras, constituyen el detonante de la tragedia emocional.

Todos nos hemos encontrado en la situación de contemplar cómo un amigo va directo al abismo de la debacle amorosa, sin paracaídas, sin red y sin casco. Pero a ver quién se enfrenta a Cupido, con lo certero que es siempre y con la de veces que te ha arreado a ti en los morros, aniquilando cualquier oportunidad que tuvieran tus colegas de prevenirte contra la tormenta.

Dicen los que saben del coco, que el cerebro tarda diecisiete meses en reconectar los sitios cerebrales que se ocupan de la cordura. Ese debería de ser el periodo en el que aprendemos a conocer a la otra persona y a identificar lo que sentimos con ella cuando estamos en plenas facultades. Lo del flechazo es una trampa de purpurina, pero trampa al fin y al cabo.

La solución no es fácil, teniendo en cuenta que el sujeto afectado anda flotando entre dopamina, oxitocina y todas las inas existentes. No hay vacuna contra nuestra propia majaronería, quizás lo suyo sería aprender a mantener el foco en nosotros mismos, en nuestra individualidad y en el convencimiento de que el planeta sigue girando sin esa persona a nuestro lado...
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