Contra la transparencia

El Mundo
Miguel Ángel Quintana Paz

...¿Cómo hemos llegado a esto? Hay que reconocer que algunos filósofos nos lo han venido advirtiendo. El coreano Byung-Chul Han escribió en 2012 sobre La sociedad de la transparencia. Allí avisaba de que solo las máquinas tienen mecanismos completamente transparentes (basta conocer su manual de instrucciones), mientras que lo propio del ser humano es que estamos repletos de huecos, de sombras, de dudas. Incluso para nosotros mismos. Así que una sociedad obstinada en la transparencia es en realidad una sociedad inhumana. En su afán por conocerlo todo de nuestros semejantes, en realidad nos quedamos solo con lo más superficial de ellos: aquello que los datos o las estadísticas nos pueden narrar. La sociedad de la transparencia es al final, por paradójico que suene, una sociedad tremendamente miope. ¿O acaso no es de cegatos pensar que lo sabes todo de esa influencer que presuntamente te transparenta su vida entera en Instagram?
Ahora bien, creo que no captaremos del todo la obsesión actual con la transparencia si no caemos en la cuenta de otro signo de nuestra época: la desconfianza. Vivimos obcecados por la transparencia porque en nuestra era la falta de confianza se ha extendido cual epidemia...
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