Mi Iglesia

Alfa y Omega
José Luis Restán

...Si hay una figura que condensa ese amor lúcido y apasionado a la Iglesia, es la del cardenal John Henry Newman, cuya canonización se celebrará en Roma el próximo 13 de octubre. Para decir públicamente mi Iglesia, tal como pide Francisco, Newman tuvo que arriesgarlo todo: fama, honra, seguridad y amistades. Y no lo hizo porque le cautivaran las principales figuras eclesiales de su tiempo (algunas le hicieron sufrir hasta el final) ni porque ignorase las debilidades que afligían al cuerpo eclesial, del papado en adelante. Lo hizo, como él mismo confesó a su hermana, «por estricta necesidad», consciente de que solo en la Iglesia católica presidida por el Sucesor de Pedro podía vivir de manera íntegra, segura y estable, la misma fe de los apóstoles…
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