Vientres

La Vanguardia
Inma Monsó

Un hijo no es un parche. No es un parche para cicatrizar la herida narcisista. No es un parche para suplir una vida en la que los encuentros amorosos no han colmado tus expectativas. No es un parche para completar la foto de esa familia feliz que nos han vendido y que jamás ha existido salvo a ratos, como todo en esta vida. Un hijo no es un parche, aunque desear hijos para parchear la vida es legítimo: nuestros deseos son libres. Ahora bien: empeñarse en hacer realidad ese deseo a cualquier precio es algo muy distinto...
Pincha aquí para seguir leyendo