La ansiada ilusión

El Español
Màxim Huerta

...Los fracasos unen mucho. Más incluso que las victorias. Porque los ganadores se dan palmadas en la espalda sin mirarse a los ojos, enarbolando las banderas de sus éxitos particulares, sacando pecho y marcando medalla. La mecha del triunfo es llamativa y arde a fogonazos. Pero la victoria no es solidaria, es privativa y muy propia. En cambio, la candela de los fiascos es fraternal, más discreta, más prudente y más compartida. Prorrateada incluso. Una se parece mucho a la inauguración de unos Juegos Olímpicos, la otra es más similar a la velas que le encendemos a los santos. Pequeñas, vibrantes de amor y de ilusiones...
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