Me fío de Pedro

Alfa y Omega
José Luis Restán

«El Papa ya no es pop», titulaba con algo de sorna un vaticanista, comentando la tormenta provocada por el caso Barros, durante el viaje a Chile. Parece como si se hubiese abierto una compuerta y muchos que habían alabado sin fisuras el rumbo del pontificado vertiesen una inesperada amargura sobre el Papa. Al coro de los indignados se han sumado cabeceras históricas como The New York Times o El País, pero también medios católicos como el National Catholic Reporter. La arremetida de este último contra Francisco ha producido estupefacción, porque se trata de un periódico que siempre le ha ensalzado como protagonista de un cambio revolucionario. Quizás sea ese el secreto de esta historia. Hay muchos que nunca han deseado ser confirmados por el Papa, sino ser ellos quienes confirmasen que el Papa estaba en el camino justo. Y como Francisco no se ha plegado a su dictamen, han roto la baraja...
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