Suaves y negras

El País
Rosa Montero

...Creo que eso fue lo que muchos experimentamos en el homenaje a Aute en el Círculo de Bellas Artes: la certidumbre de estar asistiendo a la celebración de una vida buena y plena que además de algún modo también era la celebración de nuestra propia existencia, porque el arte es compartir, es una magia que nos salva de nuestra desoladora individualidad. “Presiento que tras la noche / Vendrá la noche más larga / Quiero que no me abandones / Amor mío, al alba”, cantó sobrecogedoramente en el homenaje Xoel López, y pensé por vez primera que el celebérrimo tema puede entenderse no sólo como una torturada ruptura pasional (o, según algunos, como una crítica de las ejecuciones de 1975), sino que ese amor mío podía ser la vida, el amor a la vida, y la noche más larga, la oscuridad final. Suaves y negras llegan las olas, y gracias al poder salvador de artistas como Aute podemos sobrellevarlas y entendernos.