La vida de un misionero en Siberia
Alfa y OmegaDesde octubre hasta abril la temperatura media en Novosibirsk (Siberia) es de menos 40 grados, pero el padre Paolo Paganini, de la Fraternidad San Carlos Borromeo, coge a menudo el autobús o el tren para visitar a los fieles católicos de su misión. Son apenas 20.000, pero en ocasiones tiene que recorrer hasta cuatro horas para celebrar un funeral o presidir la Eucaristía.
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