Comer o estudiar, prioridades que han cambiado para niños y jóvenes venezolanos

Efecto Cocuyo
Abraham Salazar

“Yo extraño ir al colegio”, dijo Noemí que tiene 12 años. Vive en Palo Verde pero pide dinero a diario por las calles de Los Palos Grandes. “He pasado hasta dos o tres días sin comer. Si no me dan nada, no como”, explica la pequeña acompañada de su hermano José, de 10 años. Desde julio del año 2016 ninguno de los dos va al colegio, porque “mi mamá no tiene plata para mandarnos”, explicó el más chiquito.

La organización Fe y Alegría calcula un 15% de deserción en sus escuelas a nivel nacional. El experto en temas de educación, Luis Bravo Jáuregui, calcula una disminución sostenida en los últimos ocho años en la cantidad de jóvenes matriculados en centros educativos del país y asegura que 100 mil venezolanos no continuaron con los estudios. La razón común en la mayoría de los casos de quienes se retiran del sistema de educación: dificultades económicas...