Michael Ignatieff: "Sí, la secesión es el peor pecado en tiempos de paz"

El Mundo
Pablo Pardo y David Blázquez

A los intelectuales no les suele ir bien cuando entran en política activa. Mario Vargas Llosa fue humillado frente a un desconocido Alberto Fujimori, en Perú, en 1991. El canadiense Michael Ignatieff, uno de los profesores más reconocidos de Harvard, Oxford y Cambridge, logró el peor resultado en los 150 años de historia electoral del Partido Liberal -al que él ha definido como "el equivalente en Canadá del Partido Demócrata de Estados Unidos"- cuando se presentó como candidato a primer ministro en 2011.

Pero no hay mal que por bien no venga. El fracaso electoral de Ignatieff devolvió a Canadá y al mundo un politólogo de talla mundial. Doctor honoris causa por once universidades, dramaturgo y novelista, Ignatieff es famoso por su capacidad para meterse en todo tipo de charcos, desde su defensa de la tortura en ciertos casos a sospechosos de terrorismo hasta su análisis sobre el nacionalismo, una cuestión con la que él, como todo académico, como todo político y como todo ciudadano canadiense ha tenido que afrontar durante toda su vida, dado que la parte francófona de su país, Quebec, lleva décadas amenazando con la secesión.