Álvaro del Portillo, discreto amigo de cinco Papas

ABC
Juan Vicente Boo

En 26 años de pontificado, Juan Pablo II visitó solo dos capillas ardientes: la del médico que le operó a vida o muerte el día del atentado en la plaza de San Pedro, y la de monseñor Álvaro del Portillo, el 23 de marzo de 1994. En lugar de rezar un responso por su alma, quizá porque no lo consideró necesario, san Juan Pablo II entonó la Salve. A la salida de la sede central del Opus Dei, cuando don Javier Echevarría le dio las gracias por la visita, el Papa respondió simplemente: «Tenía que venir». Don Álvaro era su amigo.