La XI edición de EncuentroMadrid pondrá el acento en las “buenas razones para la vida en común”

Laura Daniele

«Buenas razones para la vida común». Este es el lema de la XI edición del EncuentroMadrid, que este año contará entre sus principales invitados con el arzobispo de Milán, el cardenal Angelo Scola. La frase no solo responde al título de uno de sus últimos libros, también será el tema de la conferencia que el prelado italiano impartirá este sábado a las 12.30 horas en el Teatro Auditorio, en el marco de este festival cultural, que arrancará este viernes 4 de abril y se prolongará hasta el domingo 6 en el recinto ferial de la Casa de Campo.

«El cardenal lleva tiempo proponiendo un camino de construcción común, de cómo la experiencia cristiana contribuye a 'la vida buena en la ciudad común'. No se trata de una afirmación ingenua sino de una realidad en la experiencia cristiana, una idea que queremos desarrollar en este encuentro», comentó este miércoles Rafael Gerez, presidente de EncuentroMadrid, durante la presentación del acto.

La inauguración del encuentro tendrá lugar este jueves con una conferencia titulada, «Europa, razones para la unidad» impartida por el diputado popular Eugenio Nasarre, y el senador italiano Mario Mauro, en el auditorio de la Fundación Rafael del Pino a las 20 horas.

Durante los tres días que durará el festival, se celebrarán diferentes mesas redondas, eventos artísticos y espectáculos además de actividades recreativas dedicadas a los niños. Entre las personalidades que pasarán por el recinto ferial figuran César Nombela, rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo; José María Alvira, secretario general de Escuelas Católicas; Grégorie Ahongbonon, fundador de la Asociación St. Camille de Lellis, de Costa de Marfil, y Costantin Sigov, profesor universitario en Kiev (Ucrania), entre otros. Todos ellos abordarán cuestiones como «la cultura del encuentro en la España del siglo XXI», la situación de Ucrania, la persecución de los cristianos, la educación, etc.

«EncuentroMadrid es una experiencia difícil de encasillar. Allí aparece gente variopinta, incluso que no piensa como nosotros, pero eso nos ayuda a dar razón de nuestra forma de vivir y pensar. La gente que participa dice: 'esto es diferente'. Hay formas nuevas de expresar la fe y eso tiene que ver con el carisma de Comunión y Liberación, con esa dimensión misionera de estar en el mundo y acoger a los demás», explicó Gerez.