Vidas platónicas

El País Semanal
Xavier Guix

Juan me habla de lo enamoradizo que es. Empieza siempre con pasión sus relaciones, pero se cansa al poco de comprometerlas. Vuelve de nuevo a lo que le falta. María ha contratado ya a tres coachs para lograr establecerse en un trabajo. Pero no dura mucho. Vuelve a estar en lo que le falta. Jacinto me habla de los proyectos que tiene de irse a vivir al extranjero. Lo malo es que lleva cinco años diciéndoselo a sí mismo, pero no, nunca acaba de dar el paso. Vive en un vacío que llenará algún día. Manuela, excelente madre y una líder en su familia, se pasa el día buscando actividades en las que desarrollarse. Pero cuando las encuentra tiene que dejarlas porque tiene que atender a los suyos. No lo asume. Se proyecta hacia lo que cree que debería ser. Su mundo rico en afectos no es suficiente. Siempre le falta algo. ¿Qué le ocurre a tantas personas que, teniéndolo todo, siguen sintiéndose infelices?