Una gran fiesta pero acompañadme con oración y penitencia

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José Luis Restán

Antes de embarcar para Río, el Papa Francisco ha querido postrarse en silencio durante media hora ante el icono de María, salus populi romani, en la Basílica de Santa María la Mayor. Después encendió un cirio que permanecerá brillando durante esta trascendental semana. Al salir de la Basílica Francisco dirigió unas breves palabras a los fieles allí congregados para pedir que le acompañaran en este viaje "con la oración, con la confianza y con la penitencia". Y es que como dijera Benedicto XVI al regresar de Sydney, “nosotros podemos organizar la fiesta, pero la verdadera alegría sólo es fruto del Espíritu Santo”.