Ha corrido su carrera, ha mantenido la fe

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José Luis Restán

Era importante ver qué punto escogería Benedicto XVI para su último mensaje a los cardenales. Y el punto ha sido la Iglesia, “que constituye para todos nosotros la razón y la pasión de nuestra vida”. Y para ello ha recurrido a uno de sus teólogos amigos, a Romano Guardini, que explicaba en los años del Concilio Vaticano II que “la Iglesia no es una realidad inventada y construida en un despacho, sino una realidad viviente”. La Iglesia vive a lo largo del tiempo transformándose, como todos los seres vivientes, pero en su naturaleza permanece siempre ella misma, porque su corazón es Cristo.