«Nuestra inconsistencia es sólo culpa nuestra»

Alfa y Omega
Ricardo Benjumea

Una psicóloga que trabaja en un hospital se enfrenta a un caso difícil. Llega una mujer, Laura. Su marido y ella habían buscado durante años tener un hijo. «En febrero, llega ese embarazo, pero en marzo le diagnostican un tumor en los pulmones con metástasis en todo el cuerpo». Deciden continuar el embarazo, pese a los consejos en contra. Es una situación humana muy dura. El personal sanitario evita entrar en la habitación más allá de lo estrictamente imprescindible. La propia psicóloga reconoce en ella esa dificultad. Laura no entiende por qué, después de un milagro (el embarazo), ha recibido un castigo (el tumor). La psicóloga tampoco tiene respuesta: «Me doy cuenta de que mi imagen profesional habitual no resiste, no encuentra asideros, mientras se reabren en mí las mismas preguntas que tiene ella; el mismo grito».