Sensatez

La Razón
Cristina L. Schlichting

Era vox populi que en España es difícil y lento adoptar niños y eso ha producido un éxodo de padres al extranjero, deseosos de traerse chavales rusos, suramericanos o chinos. A veces se pagaban cantidades astronómicas. Resulta absurdo y doloroso comprobar a la vez que los centros de acogida de menores están llenos. Flexibilizar este marco es una buena medida y, aún más si cabe, definir un estatuto de la familia de acogida que, por asombroso que resulte, no existe a día de hoy en nuestro país.