La Primavera árabe vista desde Arabia Saudita

Revista Oasis
Madawi Al-Rasheed

Las revueltas árabes, que comenzaron en Túnez y se difundieron en todo el mundo árabe, desde Marruecos a Siria, no podían llegar en un peor momento para los líderes sauditas. La vieja clase dirigente, debilitada por divisiones internas, ha estado seriamente preocupada a causa de los movimientos de protesta que se materializaron en el país, no sólo en la Provincia Oriental donde vive una minoría chiita, sino también en muchas ciudades sauditas. El régimen ha respondido a las manifestaciones de tres modos. En primer lugar, con la fuerte intervención de las fuerzas de seguridad; en segundo lugar, con el despliegue del establishment religioso, que ha condenado en repetidas ocasiones la desobediencia civil como contraria al Islam, jugando, al mismo tiempo, la carta del sectarismo, sobre todo contra la comunidad chiita; por último, distribuyendo beneficios económicos para comprar la fidelidad de los sauditas.