Un joven de 83 años

La Razón
César Franco

Nunca los aduló, les habló con verdad y sencillez, los conquistó con simpatía y afecto sin disimulo, los trató en serio, como a hombres y mujeres en ciernes, les predicó el evangelio sin rebajas ni censuras, les habló al corazón, bromeó con ellos en momentos inolvidables y les planteó abiertamente el seguimiento de Cristo.