«Que el soplo del Resucitado nos ayude a compartir los dones recibidos»
Tras un mes de trabajo concluye el Sínodo. El saludo del papa Francisco donde explica por qué no se publicará una exhortación apostólica: en el documento final «hay ya indicaciones muy concretas que pueden ser una guía para la misión»Queridos hermanos y hermanas:
Con el Documento Final hemos recogido el fruto de años, tres por lo menos, en los cuales nos hemos puesto a la escucha del Pueblo de Dios para comprender mejor cómo ser “Iglesia sinodal” —se trata de la escucha del Espíritu Santo— en el tiempo presente. Las referencias bíblicas que abren cada capítulo disponen el mensaje confrontándolo con los gestos y las palabras del Señor resucitado que nos llama a ser testigos de su Evangelio, antes con la vida que con las palabras.
El Documento sobre el que hemos expresado nuestro voto es un triple regalo:
1. Un regalo primero para mí, Obispo de Roma —que al convocar a la Iglesia de Dios en Sínodo era consciente de tener necesidad de ustedes, obispos y testigos del camino sinodal. Gracias—.
Pues también el Obispo de Roma —me lo recuerdo a mí mismo y a ustedes— necesita poner en práctica la escucha, es más, quiere hacerlo, para poder responder a la Palabra que cada día le repite: “Confirma a tus hermanos y a tus hermanas… Apacienta mis ovejas”.
Mi tarea, como bien saben, es custodiar y promover —como nos enseña san Basilio— la armonía que el Espíritu sigue difundiendo en la Iglesia de Dios, en las relaciones entre las Iglesias, no obstante todos los esfuerzos, tensiones y divisiones que caracterizan su camino hacia la plena manifestación del Reino de Dios, que la visión del profeta Isaías nos invita a imaginar como un banquete preparado por Dios para todos los pueblos. Todos, con la esperanza de que no falte ninguno. Todos, todos. Que nadie quede fuera, todos. Y la palabra clave es esta: la armonía.
SIGUE LEYENDO EN LA PÁGINA WEB DE LA SANTA SEDE
LEE TAMBIÉN EL DOCUMENTO FINAL- "Para un Iglesia sinodal: comunión, participación, misión"