(Foto Roberto Masi/Fraternità CL)

La oración del Papa por los movimientos

Como cada mes, Francisco confía sus intenciones a toda la Iglesia a través de la Red Mundial de Oración del Papa. El mes de mayo estará dedicado a los movimientos y grupos eclesiales

«Los movimientos eclesiales son un don, ¡son la riqueza de la Iglesia! ¡Eso es lo que sois! Los movimientos renuevan la Iglesia con su capacidad de diálogo al servicio de la misión evangelizadora». Son palabras del papa Francisco en el último video donde explica sus intenciones de oración para cada mes a toda la Iglesia a través de la Red Mundial de Oración del Papa, una obra pontificia que nació a mediados del siglo XIX y está formada por 22 millones de católicos en 89 países del mundo. En el corazón y en las oraciones de Francisco durante el mes de mayo estarán por tanto los movimientos y grupos eclesiales, a los que invita a que pongan «sus carismas al servicio de las necesidades del mundo», evitando «cualquier tentación de replegarse sobre sí mismos».
Se trata de un video producido en colaboración con el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, donde la voz de Francisco está acompañada de imágenes de varias situaciones en contextos muy diferentes entre sí, como los scout portugueses, las comunidades de CL en Filipinas, los misioneros de Shalom en Madagascar o Nuevos Horizonates en Brasil.

La intención
Pidamos para que los movimientos y grupos eclesiales redescubran cada día su misión evangelizadora, poniendo sus carismas al servicio de las necesidades del mundo.
Papa Francisco – Mayo 2023


Las palabras del Papa

«Los movimientos eclesiales son un don, ¡son la riqueza de la Iglesia! ¡Eso es lo que sois!
Los movimientos renuevan la Iglesia con su capacidad de diálogo al servicio de la misión evangelizadora.
Cada día redescubren, en su carisma, nuevas formas de mostrar la fascinación y novedad del Evangelio.
¿Cómo lo hacen? Hablando diversas lenguas –parecen diferentes, pero es su creatividad la que crea esas diferencias– pero siempre comprendiéndose y haciéndose comprender.
Y trabajando al servicio de los obispos y de las parroquias para evitar cualquier tentación de replegarse sobre sí mismos… pues ese puede ser el riesgo, ¿no?
Permaneced siempre en movimiento, respondiendo al impulso del Espíritu Santo, a los desafíos y cambios del mundo de hoy.
Manteneos en la armonía de la Iglesia, porque la armonía es un don del Espíritu Santo.
Pidamos para que los movimientos y grupos eclesiales redescubran cada día su misión evangelizadora, poniendo sus carismas al servicio de las necesidades del mundo. Al servicio».