«Se puede y se debe rechazar la tentación ―inducida también por cambios legislativos― de utilizar la medicina para apoyar una posible voluntad de morir del paciente, proporcionando ayuda al suicidio o causando directamente su muerte por eutanasia».

Los obispos italianos se muestran unánimes al proponer estas palabras del papa Francisco. A la luz de ellas, han expresado su desconcierto y distancia respecto a lo comunicado por el Tribunal Constitucional italiano.

La mayor preocupación se refiere sobre todo al impulso cultural implícito que puede derivar en relación a los pacientes que sufren al considerar que pedir poner fin a su existencia pueda ser una opción digna.

Los obispos confirman y recuerdan el compromiso de proximidad y acompañamiento de la Iglesia con todos los enfermos. Esperan que el trámite parlamentario reconozca esos valores en su mayor grado posible, tutelando también a los trabajadores sanitarios y su libertad de actuación.

Roma, 25 septiembre 2019

Conferencia Episcopal Italiana
Oficina nacional de comunicaciones sociales