Monseñor Carlos Osoro, cardenal arzobispo de Madrid

Monseñor Carlos Osoro: «A la Fraternidad os pido que me ayudéis»

El cardenal arzobispo de Madrid celebró la Eucaristía en memoria de don Giussani y destacó la belleza y profundidad de la carta de Julián Carrón tras su audiencia con Francisco, donde «os invita a seguir enamorándose con pasión de esta misión»

El cardenal arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro, presidió el pasado 22 de febrero la Eucaristía en memoria de Luigi Giussani en el decimotercer aniversario de la muerte del fundador de Comunión y Liberación. Durante la homilía, el cardenal hizo referencia a la carta que Julián Carrón, presidente de la Fraternidad de CL y sucesor de Giussani, envió hace unos días a toda la Fraternidad tras su audiencia privada con el Papa Francisco. «Qué carta más bella y qué profunda es esa conversación que ha tenido Julián Carrón con el sucesor de Pedro, donde invita a la Fraternidad a acoger y a seguir enamorándose con pasión de esta misión». El cardenal señaló que esta misión consiste en «regalar a los hombres el sentido que tiene que tener la vida y la existencia, la historia, y hacer un camino en que hagamos presente al mismo Jesucristo, pero eso requiere no olvidar el origen que tenéis. Mantened vivo el fuego del carisma. Mantenedlo y recordad al presbítero a través del cual el Señor quiso regalar a la Iglesia este carisma».

Invitando a la Fraternidad a no dejar de hacer memoria de su origen, monseñor Osoro señaló que ese día era también su aniversario episcopal. «Hoy hace 21 años que me ordenaron obispo en Orense, mi primera diócesis, y era el mismo evangelio el que se proclamó allí, en esta fiesta y en este día. Un evangelio que desde 1997 hasta hoy sigue haciéndome esta pregunta: “y tú, Carlos, ¿quién dices que soy yo?”. Nunca se responde lo suficiente, siempre encuentras algo nuevo en Jesucristo, siempre encuentras una llamada nueva en nuestro Señor. Siempre encuentras incluso algún aspecto que has olvidado».

El cardenal invitó a todos, especialmente a los jóvenes, siguiendo la intención de la Eucaristía, dedicada al Sínodo de los Jóvenes convocado por el Santo Padre para el próximo mes de octubre, a no dejar de hacerse esta pregunta del evangelio. «Es un momento de la historia apasionante para dejarnos preguntar por nuestro Señor: ¿quién dices que soy yo? Es un momento apasionante para mostrar el rostro de Cristo a todos pero especialmente a los jóvenes. No tengamos miedo, a todos, a los que dicen que no creen, a los que están en la indiferencia, a los que pasan de todo. En el fondo, no pasan de nada. Urge que os hagáis con esta pasión de anunciar a nuestro Señor en los lugares donde estáis, llevando el amor mismo del Señor, lo que Él os regala dadlo, no lo guardemos. En esos gestos que muchos de vosotros hacéis, en tareas concretas, como los de Bocatas que conozco, pero seguro que hay otros que hacéis otras cosas totalmente diferentes, pero acercáis el amor de Dios. En Madrid yo quiero que escuchemos a los jóvenes, que juntos sepamos decir lo que nosotros creemos y hacemos, para que el rostro de Cristo sea tan palpable, tan evidente que de verdad la gente pueda responder a esta pregunta: ¿quién decís que soy yo? Que lo digan porque lo ven, ese Jesús que actúa en vuestra vida, en vuestro corazón, en vuestras tareas, en vuestra entrega, en vuestro trabajo, en vuestra oración, en el encuentro con él, en la escucha de la palabra, en orientar vuestra vida de una manera singular y especial, con un atractivo especial. Ayudadme a esto. A la Fraternidad os pido que me ayudéis».