"Con esta decisión, la Santa Sede reconoce al Estado palestino porque es consciente de que este reconocimiento es el único camino para una paz duradera. Ha habido demasiados muertos, demasiadas guerras, demasiadas discusiones durante los últimos sesenta años. No se puede seguir estando los unos junto a los otros pero como enemigos. Al ir más allá de los extremismos palestinos e israelíes, la Santa Sede quiere recorrer el camino moderado, siguiendo todas las declaraciones de la ONU”. El padre Samir Khalil Samir, jesuita egipcio, pro-rector del Pontificio Instituto Oriental de Roma y uno de los islamólogos más escuchados en el Vaticano, reconoce el “paso histórico” que ha dado la Santa Sede, y al mismo tiempo auspicia “nuevas acciones tanto por parte palestina como israelí”.

Padre Samir, ¿la posición vaticana sigue la línea de la comunidad internacional?
Absolutamente sí. La ONU ya en 1948, y después en 1967, habló de la necesidad de reconocer dos Estados. La Santa Sede siempre ha mantenido este principio, que en la fase actual es la única solución posible, dos Estados independientes que se reconocen y son reconocidos por todos los países del mundo. El objetivo es llegar a una solución pacífica en Oriente Medio, manteniendo provisionalmente la existencia de Jerusalén dividida entre palestinos e israelíes.

Israel se mostró “decepcionado” por la decisión de la Santa sede.
Israel se declara decepcionado porque refleja la visión deNetanyahu, que fue elegido por cuarta vez probablemente porque el pueblo no cree en la solución pacífica. Para mí, los terroristas son los que rechazan las decisiones internacionales. Hamás es terrorista, es verdad, pero el Estado israelí debería dar pasos concretos hacia la paz. Cada mes Israel ocupa una parte del territorio que no le pertenece. En cambio, es necesario que todos reconozcan el valor de las decisiones internacionales y depongan las armas. Debemos llegar a pedir el reconocimiento de los dos Estados por el interés del bien común.

¿Cree que con el Papa Francisco puede cambiar la situación?
Francisco sigue la política propia desde siempre de los principios del Vaticano. Pero ahora hay que reconocerle su intento de poner en juego estos principios sobre el terreno, buscando la amistad de todos, llevando a cabo actos positivos.