El Papa Francisco, durante su audiencia con el moderador de la Iglesia de Escocia, al responderle improvisó unas palabras en español para expresar su profundo dolor por la ejecución de los cristianos coptos: «Decían solamente: “Jesús, ayúdame”. Han sido asesinados por el solo hecho de ser cristianos. Usted, hermano, en su discurso ha hecho referencia a lo que sucede en la tierra de Jesús. La sangre de nuestros hermanos cristianos es un testimonio que grita. Ya sean católicos, ortodoxos, coptos, luteranos, no importa: ¡son cristianos! Y la sangre es la misma. Su sangre testimonia a Cristo. Al recordar a estos hermanos que han muerto por el solo hecho de testimoniar a Cristo, pido que nos animemos mutuamente para ir hacia adelante con este ecumenismo, que nos alienta, el ecumenismo de la sangre. Los mártires son de todos los cristianos».

En su discurso escrito, el Papa Francisco afirmó la necesidad de compartir el «compromiso común al servicio del Evangelio y de la causa de la unidad de los cristianos». El Papa recordó cómo «al desarrollo de la rica tradición histórica y cultural de Escocia han contribuido ilustres y santas figuras cristianas pertenecientes a varias confesiones. El estado actual de las relaciones ecuménicas en Escocia testimonia que todo lo que, como cristianos, tenemos en común es más grande de lo que pueda dividirnos. A partir de aquí, el Señor nos llama a buscar formas aún más eficaces para superar viejos prejuicios y para encontrar nuevas formas de entendimiento y colaboración».