Pizzaballa: «El único camino es buscar la justicia, para todos»

Radio Vaticana
Roberta Gisotti

El Consejo de Seguridad de la ONU ha condenado duramente el ataque “terrorista” de la semana pasada a una sinagoga de Jerusalén, donde cuatro niños y un policía israelí perdieron la vida a manos de dos palestinos que también murieron. Este organismo ha hecho un llamamiento a los responsables israelíes y palestinos para el restablecimiento de la paz, pues muchos temen el estallido de una tercera Intifada.
El Papa también pidió en la audiencia del pasado miércoles coraje para construir la paz y detener la espiral del odio y la violencia. A propósito de estas palabras, el padre Pierbattista Pizzaballa, custodio de Tierra Santa, ha comentado: «Son palabras importantes, a la luz de todo lo que está sucediendo. De hecho, seguir los sentimientos de rabia que uno siente en este momento es mucho más fácil que detenerse y decir: “No, no se puede seguir así, hay que cambiar, pasar página”. Hace falta coraje, liderazgo y fuerza contra todos los que reman en contra de esto».

En su llamamiento, el Papa ha dicho: «Construir la paz es difícil, pero vivir sin paz es un tormento». ¿Tal vez esta reflexión pueda ayudar a tomar decisiones más valientes?
Solo podemos desearlo. En este momento parecen deseos píos, porque se ve que prevalece la oleada de violencia, de rabia y de rencor que toda esta violencia expresa. Podemos desear que así sea, aunque me temo que todavía tendremos que esperar mucho tiempo para ver decisiones firmes, en el sentido que ha indicado el Papa.

Sabemos que ya por parte israelí hay líderes del gobierno que piden una operación militar en el este de la Ciudad santa…
La violencia llama a la violencia, lamentablemente, así se entra en una espiral que no termina nunca. Creo que más bien hay que detenerse, trabajar en un camino de diálogo, de encuentro, de educación, de formación, basada en la justicia para todos, naturalmente. Honestamente, no hay otro camino. Es lo que dice el Papa.

Es importante que el mundo cristiano haga sentir su presencia mediante la oración.
Sin duda. Todos somos impotentes ante esta realidad, frente a lo que está pasando. Lo único que podemos hacer es confiar esta situación tan dolorosa al Señor en la oración, en la petición de intercesión, pidiendo a Dios que toque el corazón de quienes toman las decisiones.