En el prefacio de un libro –del género literario que sea– quien lo escribe pretende siempre invitar a su lectura con una presentación sugerente de su contenido y de su autor o, viceversa, de su autor y de su contenido. Este libro tiene la forma del testimonio directo de la propia vida de José Rodelgo Bueno: desde su entraña más íntima, la del alma y/o del corazón, hasta sus manifestaciones más externas y comprometidas en los ámbitos de la familia, de la amistad, de la profesión, de la sociedad, de la Iglesia. Ha sido publicado originalmente en inglés. Ahora aparece en español. La lectura de Verde y Blanco. Mi colegio, mi vida fascina y conmueve, aunque la forma literaria escogida resulte poco frecuente. El autor no habla en directo de la historia de su vida –¡no relata!–, sino que deja hablar a los textos de los discursos, alocuciones, lecciones, etc. que han ido jalonando su itinerario –apasionante y apasionado– de toda una existencia joven y madura, humana y espiritualmente, dedicada desde 2002 a 2021 a la educación de adolescentes y jóvenes norteamericanos; primero, en la universidad y, desde 2012, como director del colegio de secundaria St. Brendan High School de Miami. Las fechas y las ocasiones en las que se pronunciaron tienen que ver con “la pandemia”, las graduaciones, los mensajes especiales en días y acontecimientos de peculiar significado para la sociedad norteamericana; pero, también, para la Iglesia local y universal. Se dirigen a los alumnos, a los profesores, a los padres, siempre compartiendo la fe. Se enmarcan entre un inicial relato de los primeros pasos de su vida de joven oficial del Ejército del Aire y de estudiante de economía en Madrid hasta el momento en que se siente llamado por Dios para una vida de consagrado seglar y misionero dentro de la asociación Memores Domini, del movimiento de Comunión y Liberación, y el de la culminación con unas últimas páginas tituladas «Hermano Cáncer». El “Hermano” que le ha devuelto a España, a Madrid, en 2021, a su comunidad de Memores Domini.



Si, después de una primera y atenta lectura, se nos pidiera una sucinta y clara respuesta sobre cuál sería el rasgo más característico y mejor definidor de este singular libro que tenemos la gracia –¡más que el honor!– de su presentación, diríamos con can Pablo en la Carta a los Romanos (8, 35-38): «¿Quién nos separará del amor de Cristo?, ¿la tribulación?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿el peligro?, ¿la espada?... Pero en todo esto vencemos de sobra gracias a aquel que nos ha amado… ni presente, ni futuro, ni potencias, ni altura, ni profundidad, ni ninguna otra criatura podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor».
«Amor saca amor», decía Santa Teresa de Jesús en el Libro de la Vida (22,14). La verdad de la tesis teresiana se comprueba una vez más en este conmovedor libro de “Pepe”, que comentamos. Como se comprueba, también con consecuente evidencia, una vez más, en la fecundidad evangelizadora del camino pedagógico suscitado por don Giussani, el fundador de Comunión y Liberación en la Iglesia del Concilio Vaticano II, iluminado por la fe en Cristo, para nuestro tiempo: el tiempo del hombre tan herido y tan desvalido de “la postmodernidad”, que tanto necesita de sanación, de transformación interior, de tomar conciencia de su vocación de hijo de Dios; el tiempo de la vieja, decaída y decadente civilización occidental.

A la hora de escribir esta sencilla y emocionada presentación del libro de José Rodelgo me vienen a la memoria bellísimos versos de la Santa de Ávila, la maestra de la vida espiritual del siglo XVI, el siglo del mayor y más hondo y más incisivo influjo de la Iglesia en España en la vida de la Iglesia universal y en el destino de la humanidad:

«Vivo sin vivir en mí
y tan alta vida espero
que muero porque no muero»

o

«Ya toda me entregué y di,
y de tal suerte he trocado,
que es mi Amado para mí
y yo soy para mi Amado»

o

«Vuestra soy, para vos nací
¿qué mandáis hacer de mí?».

Estoy seguro de que la gracia de Cristo Resucitado ayudará a “Pepe” en esta hora tan definitiva de su vida a decirle con palabras de ella:

«Cruz, descanso de mi vida,
vos seáis la bienvenida».

A todo el que busca la respuesta de la verdad acontecida en Jesucristo Resucitado para encontrar el sentido de su vida, la lectura del libro de José Rodelgo Bueno le hará mucho bien; y les haría muchísimo bien a todos los educadores –padres de familia, profesores, formadores– que andan en la búsqueda de un método pedagógico con el que acertar en el camino que lleve a sus hijos y alumnos a dejarse encontrar por esa verdad, la única que les puede salvar.

* +Antonio Mª Cardenal Rouco Varela, arzobispo emérito de Madrid