La carta en el "Corriere" del 10 de enero

«El ejemplo que como profesores debemos dar»

La carta de algunos profesores de CL al “Corriere del Sera” tras el retraso de las clases presenciales en Italia. Cuentan lo que están viviendo, sus dificultades pero también la posibilidad de una esperanza para su país

El inesperado retraso de la reapertura de la escuela superior en Italia después de las vacaciones de Navidad ha hecho saltar las alarmas de profesores y estudiantes. La educación a distancia ha sacado a relucir problemas que ya había, como desinterés, desmotivación y riesgo de abandono escolar.

Nadie duda de que volver a dar clases presenciales puede marcar la diferencia, aunque sin duda esa no será la solución de los problemas que el cierre de los centros educativos ha puesto de manifiesto. Como profesores, queremos admitir en primer lugar que nosotros también nos encontramos con problemas parecidos a los que sufren los alumnos: miedo al contagio, aislamiento social y disolución del deseo. ¿Cómo estar delante de un chaval que ha perdido a un ser querido por la pandemia, o que ha dejado de asistir a clase porque se ha dejado devorar por la apatía o el desinterés? Cada uno de nosotros ha tenido que volver a una experiencia vital que le permita dar clase con la esperanza grabada en la cara. Se muestra más actual que nunca esta afirmación de Pasolini: «Si alguien te hubiese educado, no podría haberlo hecho más que con su ser, no con sus palabras». Presencial o a distancia, nuestro ser es lo que puede ofrecer una provocación ante la inquietud o desinterés de los chavales.

La enseñanza así recupera su belleza originaria: la libertad del enseñante en diálogo con la libertad de los alumnos a través de los contenidos de cada día. Como le pasó a un profesor que “pilló” a los chavales conectados charlando sobre el sentido de la vida. «A vuestra edad yo tenía la misma pregunta, y cuando el sentido de la vida llamó a mi puerta, le abrí. El sentido de la vida os vendrá a buscar. Os lo aseguro». Se creó entonces un silencio palpable incluso en el aula virtual y la clase prosiguió con las caras cambiadas tanto en los alumnos como en el profesor. O como cuando, al terminar la última clase antes de las vacaciones, las pantallas se apagaron para volver a encenderse justo después mostrando multitud de «¡gracias profe!» escritos a mano en las hojas de sus cuadernos. «¿Por qué?». La profe se conmovió. «Porque con todas las dificultades de este tiempo usted ha dado el cien por cien, y podía no haberlo hecho… Siempre nos ha escuchado». Estamos convencidos de que de esos destellos vendrá la energía necesaria para afrontar la fatiga del presente y reconstruir nuestro país. Los jóvenes pueden aprenderlo desde ya si tienen delante profesores dispuestos a comunicarles lo que les hace vivir con la esperanza y certeza de la positividad de la vida.

Francesco Barberis, Pierluigi Banna, Francesca Zanelli, Andrea Mencarelli, Tommaso Montorfano, Simone Invernizzi, Angela Frati, Alessandra Brambilla, Alfonso Ruggiero
Profesores y educadores de Comunión y Liberación


Corriere della Sera
, 10 de enero de 2021